Mi momento Ratatouille

El domingo después de satisfacer mi capricho de comer Hot dogs, tenía que seguir mis instintos y cumplir con algo que es obligatorio para mí los fines de semana, el postre.

Había visto en Instagram la foto de una panadería y pastelería francesa en la Condesa, los postres se veían deliciosos, pero al estar viendo su cuenta me encontré con algo que me golpeó la memoria instantáneamente y sabía que era mi deber ir pronto.

Así que primero me fui a dar unas vueltas por la Roma para comprar unas cosas que necesitaba y justo antes de que empezara a llover mi amigo y yo nos subimos al coche y nos dirigimos a la Condesa.

No sé si muchos vayan en coche o no, pero saben que es casi imposible estacionarse cerca de Tamaulipas (a menos que sea con viene viene que para mí son como mis Némesis). Pero ese día fue de lo más relajado y en la calle de Cadereyta encontré un lugar para estacionarme (casi enfrente del local).

Estaba lloviznando, así que nos pusimos las chamarras y caminamos menos de media cuadra, atravesamos Avenida Tamaulipas y llegamos al lugar.

Al entrar tienen una vitrina donde están todos los postres que hicieron ese día y por supuesto que yo quería ¡todos!.

Julien nos atendió muy amable junto con otra chica que está en el mostrador y responden tus dudas respecto a los postres que están y te aconsejan en base a tus gustos.

Tardamos como 10 minutos en decidir qué íbamos a probar. Mi objetivo era un cisne de pasta choux relleno de chantilly (¡¡¡Que no he probado desde que tengo 8 años!!!) pero no había y como era de esperarse, pedí algo con frutos rojos (que me fascinan), la "Tarta de frambuesas" que tiene una delgada pasta sucrè rellena de chantilly, frambuesas alrededor y una encima; Y mi amigo pidió algo de chocolate (que para el es lo máximo), el "Negresco", que tiene de base un merengue de chocolate, encima mousse de chocolate y cubierto por más chocolate.

Debo de confesar que tuve mi momento Ratatouille o mejor dicho mi momento Ego, ¿Han visto la película? Hay una escena en la que el crítico de cocina (que se llama Ego) prueba el ratatouille y lo lleva de inmediato a su infancia, pues así me pasó a mí al probar la tarta de frambuesas. Ese sabor tan ligero de la chantilly, la fina tarta y con un twist muy agradable que fueron las frambuesas.

El Negresco también tiene lo suyo, pero como no soy fan del chocolate no puedo ser tan objetiva, aunque eso no evitó que le metiera la cuchara unas cuantas veces.

A un lado está el restaurante llamado Monseiur croque que es el hermano mayor de éste lugar, el cual seguramente estaré visitando pronto.

Ficelle

Tamaulipas #39

Condesa, Cuauhtémoc

Ciudad de México, 06140.

Lun-Sáb: 7:30-22:00

Dom: 8:00-19:00